Medellín | Estudiantes afirman: “No seremos la generación que deje morir la U. Pública”

El pasado 28 de noviembre se dio una nueva movilización de estudiantes en varias ciudades del país. La exigencia sigue siendo la misma: mayor financiación para las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas. La respuesta del Estado también sigue siendo la misma: defender su proyecto de educación como negocio del gran capital y el imperialismo, el cual se puede resumir en: 1- Desfinanciación paulatina de las IES; 2- Obligar a que éstas se autofinancien alzando matrículas, vendiendo investigación a multinacionales y grandes empresas, vendiendo servicios culturales y deportivos a la clase media, y acabando los programas de sostenimiento para las clases populares al interior de la U; 3- Impulsar los créditos educativos, fortaleciendo el Icetex con recursos estatales y con préstamos del Banco Mundial, promocionando que los estudiantes y sus familias se endeuden con créditos educativos para acceder a la educación superior; 4- Aumentar el nivel de exigencia para el ingreso a las universidades públicas, con pines de inscripción costosos y con exámenes de admisión más difíciles, lo cual deja casi sin posibilidades a los jóvenes más pobres que provienen de colegios públicos.

Este plan del Estado, aplicado poco a poco desde los años 90, ha llevado a las universidades públicas a una crisis sin precedentes: a algunas se les ha aplicado ley de quiebras, otras con edificios que se están cayendo a pedazos, desmonte del bienestar universitario para sectores populares (residencias, restaurantes y transporte gratuito), cobro de los pines de inscripción con valores entre $50.000 y $120.000, contratación de profesores por hora cátedra, matrícula mínima por encima de $500.000/semestre en gran cantidad de IES públicas, cobro de salidas de campo a estudiantes, entre otras muchas expresiones que afectan a todos los estudiantes, pero especialmente a los más pobres, pues cada año existen menos garantías para que jóvenes provenientes de familias obreras y campesinas puedan acceder y mantenerse en la universidad pública. Y mientras los jóvenes más pobres son excluidos poco a poco de las universidades públicas, la clase media (estratos 3, 4 y 5) ahora son el sector al que está dirigido la universidad pública, pues son los hijos de familias con la capacidad de pagar matrículas, actualmente entre $1´000.000 y $3’000.000 por semestre, y siguen en aumento.

Ante esta situación, los últimos gobiernos (Santos y ahora Duque), siguen profundizando el plan: ni un peso para las universidades públicas y mayor presupuesto para el Icetex (créditos educativos), pero ahora crearon un nuevo ingrediente: 5- Fortalecimiento de las universidades privadas más prestigiosas, a través de programas como el antiguo “Ser Pilo Paga” o el nuevo “Generación E”, que son becas para los mejores secundaristas, programas que anualmente sólo favorecen a menos del 2% del total de los bachilleres de estratos 1, 2 y 3, y que son recursos que en más del 80% terminan en las privadas. Negocio redondo en el que ganan las universidades privadas, los bancos y el Icetex (que paga altísimos interés al BM), y pierde el pueblo trabajador, los hijos de obreros, campesinos y las clases medias, para quienes, con el desmonte paulatino de la universidad pública, sólo queda una opción: endeudarse para poder estudiar.

Este año, ante la alarma de varios rectores de universidades públicas, de que no alcanzaban los recursos ni siquiera para terminar el año, se desató un amplio movimiento estudiantil y profesoral que ya completa más de un mes, y en algunas ciudades más de dos meses, con movilizaciones semanales y aumento paulatino de la combatividad y los enfrentamientos con la policía. El pasado 28 de noviembre no fue la excepción, después de la marcha, estudiantes de varias universidades decidieron realizar un bloqueo de la calle Barranquilla, afuera de la Universidad de Antioquia (UdeA), para ejercer mayor presión sobre el Estado. Ante la represión de los antidisturbios, los estudiantes respondieron con piedras, palos, explosivos y bombas molotov. A continuación fotografías de la marcha en la ciudad de Medellín y del enfrentamiento con la policía en la UdeA.

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